DETENGAMOS EL SIDA. MANTENGAMOS EL COMPROMISO

none 27 Nov 2006 – 10:30 (modified on 29 Nov 2006 – 16:07)

by mlepeska

Hermanos y hermanos: Les adunto un borrador de una posible declaración o mensaje para utilizar el 1º de diciembre próximo. He seguido en grandes líneas el documento de Naciones Unidas en perspectiva evangélica. Quizás todos y todas ustedes puedan enriquecer y mejorar esta propuesta. La idea sería que esta declaración o mensaje junto con el nombre de su iglesia, comunidad religiosa, organización, pueda circular ese día. Habria que colocar algunos textos de las escrituras que le den mayor fuerzo e identidad. Espero la cooperación URGENTE de todas y todos ustedes YA. Esperando las reacciones, comentarios correcciones y aportes. Me encomiendo a sus oraciones en Cristo. Pastor Lisandro Orlov

Mensaje de la PASTORAL ECUMÉNICA VIH-SIDA
en ocasión del Día Mundial del SIDA 2006

  1. En vísperas del Día Mundial del SIDA 2006 queremos unir nuestras voces y nuestros esfuerzo a la Campaña Mundial del SIDA y unirnos al clamor de las personas que viven con vih y sida, a las organizaciones de la sociedad civil y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad del mundo entero para reafirmar nuestro compromiso de actuar juntos en esta crisis mundial. No queremos que las personas se transformen en meras cifras y números pero no podemos negar que los datos nos preocupan y son una constante evaluación que nos dice que aún no hemos hecho lo suficiente y que falta mucho para alcanzar los metas propuestas por los Jefes de Estado y Gobierno y representantes de los Estados tal como se establecen en la Declaración de Compromiso en la Lucha contra el VIH y el SIDA aprobado el 2 de junio de 2006 por la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas. En, fe queremos cumplir estos compromisos
  2. Nos hacemos eco y vivimos en nuestras comunidades, en nuestras vidas y en nuestros corazones el sufrimiento sin precedentes que inflige la epidemia del SIDA en la vida de tantos hermanos y hermanas, en el mundo y en nuestras propias comunidades. No podemos se indiferentes. Hacemos nuestros los compromisos de esta Declaración Política sobre el VIH-SIDA y sabemos que la historia y nuestro Dios nos han de evaluar en el alcance y cumplimiento de los compromisos asumidos. En fe, queremos cumplir estos compromisos.
  3. Las comunidades cristianas somos parte de esta emergencia mundial. Reconocemos que desde la toma de conciencia de la existencia de esta epidemia se han realizado muchos avances, pero también reconocemos que no todas las personas que viven con vih o con sida tienen acceso a los medicamentos que salvan vidas. Reconocemos que el estigma y la marginación aún tiene fuerza y vigencia como para desafiar a nuestras comunidades y nuestras acciones pastorales. Aún falta mucho por ver, reflexionar y actuar. En fe, queremos cumplir estos compromisos.
  4. Es parte del mensaje Evangélico el colocar en el centro de nuestra preocupación y de nuestra comunión a las personas que el sistema económico, cultural, y aún religioso, hacen más vulnerables. No podemos ocultar nuestra preocupación por la feminización de la epidemia que es un signo evidente de la situación de vulnerabilidad en que las mujeres, las jóvenes y las niñas viven en nuestro contexto. En fe, queremos cumplir estos compromisos.
  5. El creciente número de jóvenes y niños y niñas afectados en América Latina y el Caribe por la epidemia del vih y del sida son una muestra visible de la falta de un proyecto de vida, de inserción laboral y cultural en que gran parte de nuestra juventud vive. La epidemia solamente ha puesto de manifiesto esa situación de olvido y vulnerabilidad. Queremos cambiar esa realidad. En fe, queremos cumplir estos compromisos .
  6. Como eje central de nuestra acción pastoral en el caminar junto a las personas que viven o están afectadas por el vih y el sida, se fundamenta en una defensa de los derechos humanos y la dignidad de toda persona. El Evangelio no nos permite hacer ninguna consideración que pueda justificar el más mínimo desconocimiento del valor propia de cada ser humano, independiente de situación cultural, pertenencia social o étnica, de identidades u orientaciones sexuales, de estilos de vida diferente. El evangelio nos impulsa al respeto y a la inculturación de todas las culturas rurales y urbanas. En fe, queremos cumplir estos compromisos.
  7. Sabemos muy bien que unas de las formas efectivas de prevención del vih y sida es el acceso universal de toda persona a los tratamientos antiretrovirales existentes y a los medicamentos para tratar las enfermedades oportunistas. Reconocemos los avances que muchos países han realizado y el compromiso de varios gobiernos en cumplir estas metas. Pero también debemos reconocer que nos es equitativa la situación en muchos países. Es por ello que queremos prestar mucha más atención y superar todos los obstáculos jurídicos, normativos, comerciales y de otro tipo que impiden el acceso a la prevención, el tratamiento, la atención y el acompañamiento de las personas que viven o están afectadas por el vih y el sida. Los derechos de propiedad intelectual no pueden ser un obstáculo ni un impedimento al pleno ejercicio del derecho a la salud y a la vida. En fe, queremos cumplir estos compromisos.
  8. Es por ello que hacemos un llamado tanto al liderazgo político, comunitario y a todos aquellos y aquellas que presiden la oración del pueblo de Dios, para que asuman un liderazgo enérgico y un compromiso continuo que nos permita alcanzar en los próximos años las metas establecidos. Venciendo barreras ideológicas, confesionales y culturales tenemos que coordinar esfuerzos, acciones pastorales y de promoción social para que aquello que hemos prometido sea realidad. En fe, queremos cumplir estos compromisos.
  9. Nuestras comunidades de fe y nuestros líderes religiosos y nosotros mismos debemos empeñar todos nuestros esfuerzos para que se aplique plenamente la Declaración de Compromiso, titulada “Crisis Mundial – Acción Mundial”, aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas en las sesiones celebradas en el año 2001. También nosotros debemos hacer que frente a esta crisis mundial tengamos una respuesta y un actuar mundial. En fe, queremos cumplir estos compromisos.
  10. Esta acción pastoral ecuménica, mundial y urgente se abre con honestidad, plenitud y agradecimiento a la participación plena y activa de las personas que viven con vih o con sida, a las personas y a los grupos vulnerables a la epidemia, y a todas las comunidades más afectadas. También queremos cooperar en comunión con la sociedad civil, los gobiernos y las empresas privadas porque queremos ser parte de la solución y no ser parte del problema. En fe, queremos cumplir estos compromisos.
  11. Esta respuesta pastoral asume como una unidad y un todo y que la educación para la prevención, el tratamiento y el acceso a los medicamentos esenciales, el acompañamiento pastoral y la defensa de los derechos y dignidad de todas las personas, al igual que el cuidado y atención de las mismas. Cada una de estas partes potencia y se refuerzan y retroalimentan entre si. Queremos tener una perspectiva integradora y evitar consideraciones fragmentadas. En fe, queremos cumplir estos compromisos.
  12. Es parte de nuestra acción pastoral en el caminar junto a las personas que viven con vih o con sida, y es parte esencial de nuestra identidad nutrida por el Evangelio, el redoblar los esfuerzos para que se promulguen, y se cumplan leyes y otras medidas que eliminen todas las formas de discriminación contra las personas y los grupos vulnerables con las cuales estamos profundamente comprometidos y comprometidas. Las comunidades cristianas no pueden admitir ningún tipo de estigma ni de discriminación como tampoco admitimos las desigualdades y la violencia por motivos de género. En fe, queremos cumplir estos compromisos.
  13. Es parte de nuestro compromiso evangélico el fortalecer toda media jurídica que permita a las mujeres y a todos los grupos vulnerables, el pleno ejercicio de sus derechos humanos, los derechos de ciudadanía y la eliminación de toda forma de discriminación, explotación económica o sexual, y tráfico de personas. En fe, queremos cumplir estos compromisos.
  14. Como gesto que nace de la comunión con las personas estigmatizadas y vulnerables queremos que nuestras comunidades también dediquen recursos adicionales , tanto humanos como económicos que nos permitan acompañar a la sociedad civil y a los gobiernos en el logro de las metas propuestas. Es tiempo de lograr que el tema del vih y del sida sea un eje transversal de todas nuestras acciones pastorales y de servicio. El compromiso de un comercio justo, de un comercio al servicio de las personas, se haga realidad y visible. En fe, queremos cumplir estos compromisos.
  15. Juntos y juntas queremos llegar a que nuestras comunidades establezcan juntas metas intermedias que acompañen el accionar de los gobiernos y de la sociedad civil. Queremos ser protagonistas en esta emergencia y no meramente espectadores. El compromiso de nuestros gobiernos es ahora también nuestro compromiso. Los logros, las dificultades y los fracasos de todos ellos en cumplir los compromisos también son desde ahora nuestros. En fe, queremos cumplir estos compromisos.
  16. Es por ello que hacemos nuestra el clamor de la Declaración de Compromiso aprobada este año: “Exhortamos a los gobiernos, los parlamentos nacionales, los donantes, las organizaciones regionales y subregionales, las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria, la sociedad civil, las personas que viven con el vih, los grupos vulnerables, el sector privado, las comunidades más afectadas por el vih y el sida y otros interesados a que colaboren estrechamente para alcanzar los objetivos señalados y para asegurar la rendición de cuentas y la transparencia en todos los niveles mediante exámenes participativos de la respuesta al vih y al sida ” [1] <mhtml:mid://00000002/#_ftn1> . Nosotros y nosotras somos parte de este clamor. En fe, queremos cumplir estos compromisos.

Buenos Aires, 1º de diciembre 2006